mediados de junio tuvimos que realizar un desplazamiento a Lleida. Para ir a Lleida desde Sabadell hay muchas posibilidades, recordar aquello de que todos los caminos llevan a Roma. Eso sí, rutas lógicas solo hay dos. Una es la gratuita A-2 y la otra la cara AP-2. Nosotros, pobres pertenecientes al proletariado, escogemos la gratuita A-2, a pesar de todos sus pesares, tampoco está tan mal. El problema viene con el enlace a la A-2.
Desde Sabadell puedes ir por una carretera comarcal de curvas hasta Martorell, perdiendo mucho rato y francamente, una carretera bastante peligrosa. También se puede enlazar haciendo como si fueras a Barcelona y volver, perdiendo bastante tiempo, o lo fácil y lo propuesto en las señales indicativas, que es llegar a Martorell por la AP-7, también llamada E-90. Al salir a Martorell para coger el enlace con la A-2, tenemos algo muy arraigado en las carreteras públicas catalanas, un puto peaje. El peaje existe desde que tengo memoria bajo la excusa de que hay que pagar una autopista que está requetepagada varias decenas de veces.
Fue muy curioso, porque los ocupantes de dos coches por delante no pagaron. El operario realizó el trámite y le abrió la barrera. Cuando nos tocó a nosotros y le informemos de que no queríamos pagar el peaje nos comentó que era el primero de su turno ¡¡¡!!!. Quizá tengan alguna orden de decir este tipo de cosas para desalentar. Lo que más me sorprendió, es que cuando nos abrieron la barrera e inicié la marcha, miré por el retrovisor y vi la furgoneta que estaba detrás enganchada a nuestro coche. ¡Los de la furgoneta directamente se habían saltado el peaje!
Señores políticos, o escucháis al pueblo, o esto va acabar muy mal. Una vez escuché al ministro de interior comparar a la gente que no quiere pagar algo ya pagado, vamos que no quieren que le sigan timando, con los grupos organizados de violencia callejera. En fin, que esto me sirva de excusa para presentar el súmmum de las armas parlantes. El escudo de Martorell no es que sea parlante, es que es una cotorra. Os presento el blasón del escudo de armas de Martorell:
Traducido:Escut caironat: de sinople, un mar en forma de peu ondat d'argent, carregat de dues faixes ondades d'atzur, sostenint una torre d'or oberta acostada d'una mà d'or, de la destra, i d'un martell d'or, sinistra. Per timbre, una corona de marquès.
Escudo de ciudad: de sinople, un mar en forma de campaña ondada de plata, cargada de dos fajas ondadas de azur, sosteniendo una torre de oro abierta acostada de una mano de oro, en la diestra, y de un martillo de oro, en la siniestra. Al timbre, una corona de marqués.
Todos los elementos son señales parlantes. Martorell no tiene costa. El mar hace referencia al principio del topónimo, pero no es la única señal que hace referencia al principio del topónimo. La mano (CAT mà) también, así como el martillo (CAT martell) que hace referencia al principio y final. El sonido de la torre recuerda la parte del medio del topónimo. El pupurri de Mar + Mà + Torre + Martell a alguien le debió sonar a Martorell, ya que por lo que parece, todas las cargas son señales tradicionales.
La corona es de marqués. Si vemos un escudo con esta corona podríamos suponer que se trata de las armas de un noble titulado de marqués, opción totalmente descartable al ver la boca del escudo, exclusiva de la heráldica cívica. El escudo timbra con esta corona porque el municipio fue el centro del marquesado de Martorell desde 1637, concedido a Luis Fajardo y de Requesens-Zúñiga. El título después pasó a los Álvarez de Toledo.
La corona es de marqués. Si vemos un escudo con esta corona podríamos suponer que se trata de las armas de un noble titulado de marqués, opción totalmente descartable al ver la boca del escudo, exclusiva de la heráldica cívica. El escudo timbra con esta corona porque el municipio fue el centro del marquesado de Martorell desde 1637, concedido a Luis Fajardo y de Requesens-Zúñiga. El título después pasó a los Álvarez de Toledo.
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