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20 de noviembre de 2017

Los diez primeros (I)

A imaginación es la leche. Donde no llega la realidad puede llegar la imaginación, la ficción. Sobre la heráldica tenemos constancia y conocimiento de que sus inicios se remontan al siglo XII, aún así la imaginación ha ideado multitud de escudos de armas para personajes antediluvianos. 

Escudo de Jabal.
Jabal aparece en el capítulo cuarto del libro del Génesis, en la Biblia y el diluvio aparece en el capítulo sexto. Jabal es pues un personaje antediluviano y tiene asociado un escudo de armas. Evidentemente es ficción, no es real, pero la imaginación ha llegado a crear un emblema heráldico.

Dejemos de lado la heráldica ficticia y tratemos hoy algo real. Esta será la primera entrada de un conjunto de diez en la que os mostraré los diez emblemas más antiguos de los cuales tenemos constancia. Según Martí de Riquer, el primero de estos diez emblemas heráldicos reales data del año 1141 y tenemos constancia del mismo en un sello de Gilbert fitz Gilbert de Clare, conde de Pembroke desde 1138.

Sello del conde de Pembroke (1141).
Era conocido como Strongbow, que suena a héroe de Marvel, y significa, por si hay alguien que no sepa inglés: arco fuerte. Os presento el blasón que aparece en el sello:
De oro, tres tenazas de gules.
Escudo de los de Clare. De oro, tres tenazas de gules.
Se trata de un escudo de armas de lo más excepcional. No solo es el emblema heráldico más vetusto que conocemos, si no que además fue el blasón de la primera mujer armígera de la que tenemos constancia. ¡Os dais cuenta de su excepcionalidad! Bien podríamos usar este blasón como emblema intrínseco de la heráldica misma por su excepcionalidad.

Recordad que una vez os presenté una entrada hablando del primer escudo de armas. Si bien se creyó así durante un tiempo, más tarde se demostró que no fue real.

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