ABER combinar es un don. Es de agradecer pedir un combinado y que el resultado sea bueno. El otro día salí a tomar algo y después de unas rondas de cerveza pedimos unos combinados. Las mujeres pidieron cosas que no me acuerdo, con nombres exóticos y de colores vivos con azúcar con grosella en el canto y una pequeña sombrilla por allí asomando. Los hombres, que somos bastantes más simples, pedimos combinados más sencillos, con muchos menos ingredientes: Whisky y cola, ron y cola y el mío ginebra y tónica.
Baratos no eran y mi combinado no me gustó. Con lo que me cobraron podría comprarme una botella de ginebra, unas latas de tónica y varios limones y hacer varios combinados en casa a mi gusto. Hoy vengo a hablar de combinaciones, pero no de las alcohólicas que tan bien acompañan algunos buenos momentos, si no de combinaciones de esmaltes.
En aquella entrada sobre los pasos a seguir para dibujar un escudo expliqué que lo primero es escoger unas tonalidades cromáticas para los esmaltes y en otra entrada sobre paletas de colores donde os mostré algunas.
Lo que quiero comentar hoy es sobre como escoger la tonalidad dentro de cada paleta. Interesa que cada grupo de esmaltes tenga una correspondencia entre cada uno de sus elementos. No es conveniente escoger un blanco puro para la plata y un ocre oscuro para el oro.
Si utilizamos una tonalidad oscura para el oro hacedlo también para la plata por coherencia.
O utilizar dos tonalidades claras, pero os recomiendo no mezclarlas.
De la misma forma, entre los colores es mejor que haya una coherencia. Si utilizamos un gules oscuro, mejor no utilizar un azur claro.
Mejor los dos colores oscuros.
O las dos tonalidades para los esmaltes del grupo de los colores claros.
Además hay que tener en cuenta también la posibilidad de que haya coherencia entre los grupos de esmaltes de los colores y metales. Utilizar tonalidades claras, como dos imágenes más arriba u oscuras, como en esta última.
Os recomiendo también hacer más pruebas entre tonalidades más tirando a pastel o más vivas. Eso ya cada uno con su gusto. Esta entrada no es más que a modo de consejo, de recomendación.
Por cierto, este es el blasón de las pruebas:
Entradas relacionadasEn aquella entrada sobre los pasos a seguir para dibujar un escudo expliqué que lo primero es escoger unas tonalidades cromáticas para los esmaltes y en otra entrada sobre paletas de colores donde os mostré algunas.
Lo que quiero comentar hoy es sobre como escoger la tonalidad dentro de cada paleta. Interesa que cada grupo de esmaltes tenga una correspondencia entre cada uno de sus elementos. No es conveniente escoger un blanco puro para la plata y un ocre oscuro para el oro.
Si utilizamos una tonalidad oscura para el oro hacedlo también para la plata por coherencia.
O utilizar dos tonalidades claras, pero os recomiendo no mezclarlas.
De la misma forma, entre los colores es mejor que haya una coherencia. Si utilizamos un gules oscuro, mejor no utilizar un azur claro.
Mejor los dos colores oscuros.
O las dos tonalidades para los esmaltes del grupo de los colores claros.
Además hay que tener en cuenta también la posibilidad de que haya coherencia entre los grupos de esmaltes de los colores y metales. Utilizar tonalidades claras, como dos imágenes más arriba u oscuras, como en esta última.
Os recomiendo también hacer más pruebas entre tonalidades más tirando a pastel o más vivas. Eso ya cada uno con su gusto. Esta entrada no es más que a modo de consejo, de recomendación.
Por cierto, este es el blasón de las pruebas:
Escudo partido: 1º de oro, una torre de gules aclarada de plata; 2º de plata, una cruz latina de azur.
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