OY me place presentaros un nuevo escudo de armas personal. Se trata de una nueva adopción de armas, un emblema de nueva creación, no de una representación nueva de algo existente. En este plúmbeo blog hoy os presento el escudo de armas de Don M.M San Millán.
Recibí un correo del nuevo armígero. Os presento parte del texto:
Hace años empecé a leer el blog del Comandante don José Juan Carrión. Ese blog me llevó al suyo y entre ambos he aprendido lo poco que sé de heráldica.
He observado que usted ha diseñado armas para otras personas. Me gustaría saber si podría aceptar otro encargo.
Tengo una idea aproximada de cómo quiero que sea mi escudo. De aceptar usted, querría planteárselo para que me diera su opinión y facilitarle algo de información de cuál sería la boca del escudo adecuada, porqué escogería tal o cual figura, etc.
Lo que me dijo no acababa de ser del todo cierto. Dijo que tenía una idea aproximada, la verdad es que tenía una idea clara de lo que quería. Tratar con alguien con una idea clara y además cuando es una idea ajustada a las reglas de la heráldica facilita mucho las cosas. Seguimos en contacto y me facilitó alguna información personal y de donde le viene su interés por la heráldica:
Nací en Oviedo hace tres décadas y desde pequeño siempre he tenido interés por la Historia, especialmente por el período medieval. Recuerdo, cuando debía ser apenas un niño de ocho años, que tuve acceso a un libro de unos familiares en los que se podían ver dibujados distintos escudos de armas. Allí había pintadas águilas negras, torres y otras figuras que me resultaban muy llamativas. Quise empezar a imaginar algún escudo que fuese adecuado para mí, lógicamente desconociendo cualquier tipo de norma heráldica. Era solo un nenín.
El nuevo armígero ya sabía que quería, una cruz de San Millán:
De sable, una cruz de San Millán diapreada de sinople.
De sable, una cruz de San Millán diapreada de sinople. |
Evidentemente la elección de la carga principal es parlante referente al nombre de su apellido. No solo tenía claro la figura principal, también sabía como quería el fondo:
Partido de gules y plata.
Y encima del partido la carga requerida. Finalmente se optó por la sencillez:
Escudo partido de gules y plata, brochante sobre la partición, una cruz de San Millán del uno al otro.
La cruz de San Millán va ornamentada con una flor y varias hojas. En la entrada sobre la cruz de San Millán, publicada recientemente, se explica como blasonar esta carga. El señor San Millán cree, con buen criterio, que en heráldica menos es más. Prefirió una representación de la cruz sin el diapreado, solo quería representar su contorno. El blasón podría ser el anterior o este otro:
Escudo partido de gules y plata, brochante sobre la partición, una cruz de ocho puntas patada curvilínea del uno al otro.
Y esta una posible representación:
Escudo de armas de M.M. San Millán. Escudo partido de gules y plata, brochante sobre la partición, una cruz de ocho puntas patada curvilínea del uno al otro. |
Cuando pregunté al requeridor por los posibles ornamentos respondió lo siguiente:
En cuanto lemas personales y otros elementos externos no querría ninguno. Respeto los gustos de cada cual, pero en general considero que sobrecargan el conjunto y se alejan del principio de sencillez que debe regir en la heráldica. O eso opino yo.
Cabe destacar su moderación al dar su opinión y la muestra de respeto por otras opiniones. Eso está muy bien, así en general para la vida en general. Básico para vivir en sociedad y ahorrarse problemas. Al final su opción es la heráldica pura: el escudo raso. Recordad que la representación del escudo de armas sin ornamento alguno recibe el nombre de escudo raso.
Agradezco de verdad la confianza depositada por Don M.M. San Millán por elegirme para la representación de su emblema. ¡Muchas gracias!
- Escudo de armas de Alejandro Escobedo
- Escudo de armas de Pablo Mérida del Río
- Escudo de armas de Florencio Hernández Alcón
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